Se puede observar en novelas a la hora de marcar la diferencia de lo que es la narración propiamente dicha y lo que uno de los personajes piensa:
... contestó sin más mientras se interrogaba: "¿Cómo puede la gente sonreírle todavía a esta vida? ¿Acaso nadie ve lo absurda… y lo cruel que es?".
... contestó sin más mientras se interrogaba: «¿Cómo puede la gente sonreírle todavía a esta vida? ¿Acaso nadie ve lo absurda… y lo cruel que es?».
Hay que observar que, aunque normalmente no se pone signo de puntuación después del cierre de la interrogación, en estos casos sí, pues la interrogación va dentro del entrecomillado.
Un caso especial y menos frecuente sería cuando se trata de auténticos diálogos,conversaciones entre, por ejemplo, telépatas. En ese caso, manteniendo la estructura de un diálogo sin cambios.
—Sé lo que estás pensando —le transmitió mentalmente, añadiendo acto seguido de viva voz—: Soy un telépata; uno de aquellos a quienes tanto odias.
¿Por qué no se utiliza los símbolos "«" y "»"? Porque se trata de circustancias especiales, en las que se combinan diálogos con pensamientos, pudiendo incluso, como en el ejemplo, encontrarse ambos en el mismo párrafo.
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